sábado, 3 de marzo de 2012

George R. R. Martin: Ese autor "desconocido"…

Los que me conocéis sabéis lo que me gusta este autor, bueno a mí y a la mayoría de vosotros. Especialmente ahora viendo el éxito que la adaptación a la televisión de Game of Thrones está teniendo. Es gracioso ver como los libros de esta saga están colocándose los números uno de venta en las listas de muchos países. Es difícil pensar que no hace ni un año que para encontrar estos libros tenias que ir a librerías especializadas de Fantasía y Ciencia Ficción, y ahora ves a mucha gente en el tren o en el metro leyéndolos como cuando los grandes superventas golpean las librerías. Porque no hay nada mejor como para ver como un libro triunfa como contar cuantas veces los ves en un vagón de tren o metro. Sino recordar todo lo que se veían los volúmenes negros de la saga millenium, o como inundan el metro cada nuevo libro de Ken Follet. Pero sintiéndolo mucho no voy a hablar de Canción de Hielo y Fuego. No, voy a hablar de George R R Martin, ese autor desconocido, y de unas obras maravillosas que le hicieron llegar a la fama y crecer como autor. De unos libros que ayudaron a este extraño abuelito a llegar a escribir esas joyas que ahora nos hacen perder el sueño, pensando en cómo continuaran, y lo más peligroso, como terminaran.


Martin antes de crear la gallina de los huevos de oro escribía guiones de televisión, y mucho antes llego a la fama escribiendo ciencia ficción. Si hijos míos, sí, voy a llevar la conversación al terreno que me gusta, la ciencia ficción. Y sobre dos de estas novelas voy a hablaros hoy.

La primera novela de la que voy a hablar es "Muerte de la Luz". Esta fue su primera novela publicada en 1977, un año fabuloso que nos ofreció grandes glorias, se estreno Star Wars, nací yo... La novela se inicia con nuestro protagonista llegando a un extraño planeta Worlorn, al que llega por la llamada de auxilio de su ex mujer. Su gran amor que le dejo para volverse a casar con el representante de una cultura en la que el honor es la medida de todo, y las relaciones se cuentan de tres en tres, y no en parejas. Me acerque a este libro después de leer múltiples recomendaciones, y me sorprendió leer en la portada que es “La novela mas romántica y cautivadora que ha dado la ciencia ficción”. He de reconocer que es cautivadora y que difícilmente se puede olvidar la intensidad con la que se sienten los personajes y sus situaciones. Pero no esperéis un culebrón, ni una historia dulzona en la que el príncipe rescata al final a la princesa. “La Muerte de la Luz” es una historia dura sobre la melancolía, sobre el fracaso y sobre la aceptación de los errores pasados. Muchos de los diferentes personajes han de convivir con los resultados no deseados a las decisiones que han tomado en su vida, y han de aceptar el poco margen que les queda para corregirlos. No hay más que estudiar el lugar en el que Martin localiza esta historia, un planeta movido de su órbita para albergar una especie de Exposición Universal Interplanetaria, que tras recorrer los sistemas planetarios más importantes está a punto de salir disparado por su órbita al frio y negro espacio, donde está condenado a ser meramente una roca en movimiento. Todo el libro se desarrollará en entornos y espacios más muertos que vivos, inmensos hoteles fantasmagóricos de los que han huido hasta las funciones automáticas, inmensos espacios pensados para multitudes que en languidecen mas al ocupar al par de personajes que nos acompañaran. Alrededor de esta atmosfera decadente Martin creara unos personajes, que en el mismo ocaso que tiene el planeta, recorrerán sus propias valoraciones personales. El personaje descubrirá con decepción que su esperanza original de recuperar su amor perdido no será exactamente como él lo esperaba, y se decidirá por afrontarlo, en vez de la usual cobardía que el mismo se aplica como resultado de toda su vida. A partir de aquí el puñado de seres vivos que quedan en el planeta se verán involucrados en mayor o menor medida debido a la casualidad, el honor, la convicción cultural y en general el deseo de cada uno de ellos de dar justificación a cada una de sus vidas, logros y errores. Cada uno de ellos descritos de forma que encajan perfectamente en este mundo sin leyes y en una, volviendo a como empezaba esta crítica, preciosa y cautivadora historia de amor. Que al final entiendo porque aparece en casi todas las listas de recomendaciones de libros de ciencia ficción.



Por el otro lado tenemos Los Viajes de Tuf. Haviland Tuf es uno de los personajes más carismáticos y extraños que me he encontrado nunca. Una posible comparación sería Ignatius de la Conjura de los Necios. Pero en este caso la extrema honestidad o estricta linealidad en el pensamiento no le llevara a la estupidez, sino a una extraña inocencia que te desconcierta como lector. Los Viajes de Tuf es la recopilación cronológica de unos relatos cortos en los que el denominador común son dos de sus personajes Turf y esa nave gigante que pilota con una capacidad inmensa de controlar la ecología y vidas de los planetas. Cabe decir que este no fue el orden original de publicación, pero el autor decidió darle la secuencia temporal correcta al reunirlos, y creo otros para completar así los huecos de las publicaciones originales. Así veremos en el primer relato como aparece esta nave, el Arca, única superviviente de la ya extinto Cuerpo de Ingeniería Ecológica de la Vieja Tierra, y quienes pelean por ella, para luego acompañar a Tuf en sus desventuras intentando mantener su economía a flote. Todas las historias tienen una base de fondo que suena a mensaje ecologista pero no querría dar la impresión de que es un manifiesto de Green Peace. Como en muchas otras novelas de ciencia ficción son el punto de partida para la reflexión sobre temas que puede que debamos afrontar antes de lo que pensamos. Y como, como humanos, diferentes caminos se presentan para su resolución. Veremos como en ocasiones su trabajo como Ingeniero Ecológico le hace plantearse el bien común frente al bien individual, o como estas soluciones racionales, con el tiempo se demuestran como incorrectas. Durante los diferentes relatos no veremos evolucionar mucho a un personaje que desde el principio se mostrara como es. Con unos principios marcados y sólidos a los que se aferra. El modelo de relatos independientes aunque en algún caso con conexiones, siguiendo muy de cerca lo que sería un modelo de serie de televisión, encaja a la perfección con un personaje que no necesita evolucionar con la historia, y que esperamos como si fuera el Dr. House, emita su diagnostico y ejecute el tratamiento de forma fría y efectiva. Ya que si una vida individual justifica estos métodos, ¿que no justificará un planeta enfermo?

Como resumen Martin no se ha consagrado por casualidad con la fantástica saga de Juego de Tronos. Este hombre ha estado regalándonos grandes historias narradas con una delicadeza extrema. Cualquiera de estos dos libros son de lectura ligera, pero de larga y agradable digestión. Tengo muy buen recuerdo de los dos, y si no fuera por la cantidad de libros tengo en lista de espera volvería a leerlos sin dudarlo. Por otro lado me empuja a buscar esas otras obras que Martin tiene como “El Sueño del Fevre” novela sobre vampiros en el Mississipi de los barcos de vapor…

No hay comentarios:

Publicar un comentario